domingo, 28 de junio de 2015

LA AMISTAD, LA DIVERSIÓN Y EL CONSUMO

Raúl es un chico de quince años, extrovertido, simpático, le gusta mucho la música y salir con sus amigos. Tiene un grupo de la escuela y otro del barrio, con quienes suele organizar actividades los fines de semana. Les gusta jugar al fútbol, juntarse en la plaza o alguna esquina, ir a bailar.
Hace un tiempo ninguno tomaba alcohol, pero este último año, cuando van a bailar, todos lo hacen. A Raúl no le gusta el sabor de ningún trago, ni tampoco la cerveza y, además, el alcohol le hace mal. Cada vez que toma, se descompone (le duele la cabeza, se le revuelve el estómago y siente ganas de vomitar), con lo cual se le arruina la diversión y sólo tiene ganas de volver a su casa. Sus amigos, sin embargo, cada vez toman más, no porque les guste, sino porque les sirve para desinhibirse y pasarla bien. Cada fin de semana Raúl se propone no volver a tomar, pero cuando salen, sus amigos lo apuran: ¡Vamos, no seas pecho frío! ¡No arrugues! ¡No seas ortiva! Al final, Raúl vuelve a beber.

1.       ¿Por qué creés que los adolescentes beben alcohol?
2.       ¿Alcohol es igual que diversión? ¿Creés que consumiendo alcohol lo pasan mejor? ¿Por qué?
3.       ¿La publicidad influye en lo que consumimos? ¿Cómo y por qué?
4.       ¿Qué relación existe entre el consumo de alcohol, la violencia y los accidentes de tránsito?
5.       ¿Y con las relaciones sexuales ocasionales o sin protección?
6.       ¿Hay que hacer siempre lo mismo que hacen los otros?
7.       ¿Cómo valorás la actitud de Raúl? ¿Y la de sus amigos?
8.       ¿Qué harías en el lugar de Raúl? ¿Cómo te sentirías?
9.       ¿Qué harías en el lugar de los amigos de Raúl?
10.   ¿Te pasó alguna vez de encontrarte en una situación parecida a la de Raúl?

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